Operation: Mindcrime, revolución, Queensrÿche

Qeensrÿche 1988

Operation: Mindcrime, revolución, Queensrÿche. Palabras que van unidas entre sí de forma indisoluble. Un disco que hereda la tradición de las obras conceptuales, pero la eleva a un grado técnico inigualable.

La portada

Este disco sacude el mercado y provoca un terremoto en la crítica especializada. Acostumbrada a lidiar con una prosa banal en la mayoría de las letras de las canciones de la escena rockera. Aquí encuentran una historia conceptual hilvanada con maestría y que demuestra la madurez y creatividad de una banda casi alcanzando la cúspide. Los de Seattle habían sorprendido por su complejidad musical y sobre todo por el alto rango vocal y la técnica de su vocalista Geoff Tate. Un dechado de potencia con control que sorprendió a propios y extraños con exhibiciones como Queen of the reich o Take hold the flame.

Sin más preámbulos, vayamos a la historia de este Operation… En la mente de Nikki (nuestro protagonista) asistimos al desarrollo de una temática conspirativa, socio política, con una fuerte carga emotivo dramática y reflexiva. El joven Nikki es uno de esos chavales que se siente incómodo en una sociedad desigual. Quizá es un poco radical y lucha contra la opresión de los gobiernos capitalistas, la manipulación de la mass media, la desigualdad de clases y sobre todo la corrupción política.

Por momentos parece que estamos en la España de los últimos años, pero esto sucedía en 1988. En su ansia de cambiar el mundo, Nikki ingresa en la organización secreta Anarchy X. Liderada por un personaje sin escrúpulos, tanto a nivel político como religioso. El Dr. X, no duda en utilizar cualquier sustancia adictiva para manipular las mentes de sus adeptos. A los que usa como conejillos de indias para convertirles en asesinos, ladrones, cabecillas de una lucha en las cloacas, o cualquier trabajo sucio que la revolución exija.

Los artífices de esta joya

El factor más importante para esta manipulación es el lavado de cerebro con imágenes y sonidos, el uso de drogas como la heroína y la constante presión que el malvado doctor ejerce sobre sus acólitos. Nikki en sus pocos momentos de lucidez, comienza a enamorarse de Mary, una enfermera con un pasado oscuro (prostitución) reconvertida a monja. Su creciente amor por la protagonista le hace cuestionarse la subyugación a su maestro y mentor.

Nikki ha acudido a los servicios de Mary, recomendado por William, un sacerdote que forma parte de la secta (el desarrollo de los hechos convierte la organización de revolucionaria a sectaria). El joven Nikki está totalmente obsesionado con Mary y comienza a cuestionarse si es mejor abandonar el culto al Dr. X y huir con ella a una vida mejor. Hecho que el malvado personaje observa no sin cierto temor. Nuestro protagonista es su mejor asesino y con sólo escuchar la palabra Mindcrime su mente obedece a los mandatos del líder supremo.

Dr. X enterado de los planes de Nikki para abandonarlo todo con Mary, ordena el asesinato de William y nuestra bella joven, Mindcrime vuelve a salir de sus labios, la palabra que el joven jamás quisiera volver a escuchar.

Nuestro impío doctor no quiere amenazas a su liderazgo y es consciente de que para mantener su poder es necesario sacrificar alguna pieza del tablero. Nikki no responde a la maldita orden y abandona el edificio de la orden revolucionaria para encontrar a Mary muerta. Ésta se ha suicidado.

Presentando Rage for order, que abríría las puertas a la nueva creación

Todo ello provoca que el joven, totalmente desorientado vague por las calles gritando el nombre de su recién perdida amada. La lucha interna por conocer si realmente es un asesino y el dolor de la tragedia hacen que pierda el control de sus actos. Durante ese periplo de búsqueda desesperada de razones para mantener la cordura es detenido y acusado de la muerte de la monja y de ser el autor material de otros crímenes.

En la habitación del manicomio donde es ingresado, Nikki recupera parcialmente la memoria y al mirarse en el espejo ve a otra persona. Incapaz de reconocerse a sí mismo, rememora la historia que acabamos de contar.

Ahora vamos a adentrarnos en la gestación de la historia. Geoff Tate nos cuenta que tenía muchas ideas sin hilvanar. Todas ellas fueron concebidas durante el tour anterior, presentando Rage for order, un trabajo en el que ya se vislumbraba el cambio. Curioso que Geoff no era un fiel seguidor del Heavy Metal, algo que le había impulsado a abandonar The Mob, su anterior banda.

De la formación de Seattle hablaremos en otra ocasión, ahora estamos rindiendo culto a esta obra maestra. Como decíamos, en palabras del propio cantante, estando sentado en el banco de una iglesia en Montreal todo me vino de repente. La idea era un borrón todavía pero debido al frío me refugié en un bar y allí se me presentó el Dr. X. Encarnado por una persona a la que conocí en ese momento, su frialdad, su calculadora personalidad y su falta de escrúpulos, me ayudaron a definir el personaje. La gente de esa ciudad me inspiró de repente. Para terminar de moldear el resto de la historia y sus protagonistas, fui tomando un poco de cada uno de los individuos que conocí durante esa gira.

Geoff estaba afincado allí, la fría atmósfera de la gran ciudad y la escasa comunicación entre habitantes, le hizo reflexionar sobre como sería el mundo si uno solo mandase y los demás le siguiesen como corderos.

En un meeting con la banda les presenta la idea. Hasta tres veces insiste y obtiene un cuadro de miradas entre ellos, silencio e incredulidad. Hasta que Chris de Garmo, guitarra solista, decide dar un paso adelante y apoyar la idea. Las letras están prácticamente escritas y se trata de musicalizar toda una obra conceptual. Un trabajo tan agotador como colosal.

Geoff y Chris en la gira Livecrime

Curiosamente pese a no ser una de esas bandas ya maduras con una amplia discografía. Queensrÿche plasmaron justo lo que querían en el estudio, el productor Peter Collins apenas tuvo que guiarles. Peter contaba muy sorprendido como fue una de las pocas veces que tuvo que corregir a una banda, un leve consejo aquí y otro allí. Pero la idea que me transmitieron quedó fielmente reflejada en las primeras sesiones de grabación. No querían un producto de rock mainstream, nada comercial, querían dejar huella contando algo. Una historia que dejara buenas sensaciones de escucha, pero que no se olvidase, algo para reflexionar mientras sostenías la carpeta del disco leyendo las letras. Una obra inmersiva e intensa.

Así mismo, lidiaron perfectamente con la presión de la compañía, les exigían un éxito comercial o no sufragarían una gira de alto coste y menos aún los clips de presentación que el concepto del album pedía. Peter Collins calmaba constantemente a los ejecutivos que preguntaban, argumentando que estaba ante la gestación de un LP que marcaría un antes y un después no sólo en la discografía de la banda, si no en la industria musical.

El disco se lanza en Mayo de 1988 y es aclamado por la crítica, se le aúpa a un altar para privilegiados. Comparándole con The Wall, Tommy, Aqualung… ahí es nada. De repente aparecer emparentado con nombres como Pink Floyd, The Who o Jethro Tull.

Las ventas se disparan, los apoyos publicitarios hacen que el tour sea uno de los mayores éxitos del año. MTV programa sus clips y los presentadores comentan que todo forma parte de una historia, que este video irá seguido de otro que ampliará la información del anterior, creando una especie de novela metalera que engancha.

Hay que decir que la edición de todos los vídeos en formato VHS es una excelente maniobra comercial y que además permite dar imagen y personajes visibles a nuestros protagonistas, el casting es perfecto, la estética muy de la época y las imágenes en directo presentando las canciones están rodadas con maestría. Recuerdo romper la cinta de ponerla tantas veces en casa.

En cuanto al disco en sí, el trabajo de los músicos es magistral, la producción además eleva la técnica depurada y la exquisitez. Geoff Tate en todo momento reina indiscutiblemente. Pero sin restar protagonismo a los demás, todos se lucen. Gracias a los recursos del cantante podemos escucharle reflejando la catarsis de Nikki. Momentos de potencia, de amargura, de dolor, de locura, de rotura total y pérdida del control. El trabajo de guitarra de Chris de Garmo apenas tiene calificativos. Creando pasajes melódicos y desgarradores, luciéndose con el instrumento cuando debe hacerlo pero sin excesivos alardes. Sus solos me siguen maravillando, el trabajo de Michael Wilton es sublime aunque un poco más secundario. Sólo por decirlo de alguna manera, sus duetos con Chris complementan a la perfección el trabajo de ambos. No quiero destacar a un por encima de otro.

Eddie Jackson logra un sonido de bajo que no pasa a un segundo lugar, incluso por momentos cobra protagonismo en más de una ocasión y forma una sólida sección rítmica con el tremendo Scott Rockenfield. La pegada de este hombre no tiene adjetivos. En cuanto a técnica nos deja sin palabras, su sonido es cambiante, al igual que la guitarra de Chris, logra transmitir emociones con su forma de golpear. Cada vez que lo escucho le sigo encontrando matices y eso a los 32 años de edad del disco es un logro.

Lo tuve en cassette, vinilo, cd, vhs, reedicion remasterizada… y ésta última consigue sonar todavía mejor de lo que imaginaba, que ya es decir. Recuerdo cuando en 1991 ví a Metallica con AC/DC en Barcelona, fui animado en mayor medida por que los de Seattle venían, no pude verles en la gira de presentación de Operation por cuestiones de edad y por que no pasaron por nuestro país. Sin embargo tenía una ilusión tremenda por verles en Barcelona, miraba la entrada una y otra vez y me decía a mí mismo, ahora sí. Presentaban otra obra maestra, Empire, al que rendiré tributo más adelante.

Poco antes del concierto me enteré de que venían Tesla, reconozco que fue un bajón tremendo, adoro a Tesla, pero quería ver a Queensrÿche por encima de cualquier otra banda. Después de ese día pensé que había que agradecer el dios del metal que no viniesen. Asistí impertérrito a una lluvia de latas, basura, orín, piedras y demás objetos arrojadizos por parte de los Neanderthales que esperaban ver a los cabezas de cartel. Tesla ofrecieron un concierto digno, muy cañero y profesional, echarían pestes de nuestro país durante unos años, hasta que en su siguiente visita les rendimos pleitesía como merecían.

Si mis ídolos llegan a venir ese día y los descerebrados les hubiesen tratado así, dudo que jamás se les vería por aquí de nuevo. Por suerte he podido asistir a la recreación del album entero y me he emocionado reviviendo los gritos de Tate en Suite sister Mary.

Operation: Mindcrime es una joya que todos debemos tener en la estantería sin dejar que el polvo la ensucie. Enriquece el alma escuchar a unos músicos en su pico más alto de creatividad. Ofreciendo una obra atemporal que representa un cambio en la manera de entender el rock.

Comenzamos con I remember Now, que nos retrae directamente desde el final, Nikki recupera la memoria, supuestamente interno en el sanatorio mental.

Anarchy X es un tema instrumental que te levanta del asiento, digamos que representa un mitin del Dr. X en su comienzo, la arenga y el comienzo de la manipulación viene con Revolution Calling. Escuchamos claramente la voz que nos narra la historia, predominan el bajo y la batería, un aluvión de técnica y ritmos cambiantes para terminar alzando el puño mientras pedimos a gritos la revolución.

Las hemos escuchado y ya sabemos que Nikki ha sido captado y manipulado, en la siguiente Operation Mindcrime nos cuentan cual es la palabra que le hace matar, otra vez ese maravilloso bajo es protagonista.

Speak comienza con un riff muy enérgico y punzante. Las voces mutan y nos transmiten un mensaje, la adhesión de Nikki es total y ahora es un predicador difundiendo la palabra. Scott maneja los cambios de ritmo con maestría, la segunda parte del tema acelera. La urgencia de encontrar más fieles desemboca en la obsesión por la revolución. Speak es un tema más anclado en el estilo más heavy de la banda.

Spreading the disease refleja el momento en el que nuestro protagonista conoce a Mary, el sacerdote Willian recomienda que use sus servicios, piensan que con su presencia se va a afianzar todavía más su fe en la revolución. Pero el efecto es el contrario. Voces y batería se ven arropadas por unas guitarras muy penetrantes, angustiosas por momentos. La parte más armónica durante el cambio de ritmo está muy lograda, el crescendo es de los que te hace subir el volumen.

The Mission, un tema largo que va subiendo e intensidad, aparecen los teclados otorgando drama a la decisión que Nikki debe asumir. De nuevo el vocalista nos sorprende con otro cambio de registro. El malvado líder no quiere obstáculos, Nikki es una máquina de matar y debe deshacerse del padre William. Una vez eliminado, el siguiente objetivo es la perturbadora Mary. Frustración y miedo en las voces, angustia al cometer el primer crimen y lucha interna para completar la orden. Magnífico solo, teclado y guitarras arropan una maravillosa interpretación vocal.

Suite sister Mary es amor total, Nikki no consigue reunir el valor suficiente para matarla, el amor le redime. El comienzo es muy oscuro, la mente del joven se llena de voces, muerte, amor, amor, muerte. Obedece, aunque tu corazón no quiera, es a tu maestro a quien debes someterte. Solo es una prostituta, nadie puede amar a una prostituta de los bajos fondos. Nuevo cambio de ritmo, no puedo, no debo… el diálogo entre ambos mantiene un clímax que pone los pelos de punta. Nikki le relata el crimen que ha cometido, ella le libera, el amor puede salvar tu alma. En este tema la música pasa a un segundo plano en mi opinión, las voces son emocionantes y esa atmósfera de angustia reina en todo momento.

The needle lies es la renuncia de nuestro asesino plantada en toda la cara de su líder. Aunque este le recuerda que está sometido a su mente y a una droga que sólo él le puede suministrar. Velocidad en este tema, mi menos favorito, speed a tope, creo que es donde menos se lucen, la batería me resulta muy ramplona y lineal, no es lo más destacable en mi opinión. Aunque como no podía ser menos, se arregla después del primer coro con un bridge muy bueno. Nikki huye. Reúne las fuerzas necesarias, pero lo hace para encontrar a Mary muerta. No sabe si ha sido él mismo (dont trust the needle, it lies).

Electric requiem y Breaking the silence van de la mano, aquí la intensidad ha subido enteros. La devastación de Nikki es total, recorre las calles llamando a Mary. No entiende nada, la ha perdido, no quiere vivir sin ella y rompe el silencio de la noche llamándola. Si el trabajo del vocalista no te había maravillado, en este momento ya debes haber caído rendido, el estribillo es desgarrador. Breaking the slience of the night, can you hear me screaming.

Es detenido y acusado por varios asesinatos, entre ellos es sospechoso de haber matado a su amada Mary, la confusión se refleja en I don’t believe in love. Estamos llegando a la culminación de la historia, Nikki ya no cree en el amor, como es posible que haya matado a lo que más queria? Si existe alguna canción que pueda transmitir tanto dolor sin ser una balada es ésta. Mr. Tate le imprime esa sensación de corazón roto, sin esperanza en presente y futuro, amargura y dolor desgarran el alma de un confuso protagonista. Adoro el sonido de guitarras en este tema, el trabajo es sublime, el enlace hacia Eyes of stranger que forman Waiting for 22 y My empty Room es magistral.

El joven está contemplando las paredes de su habitación, meditando sobre lo poco que recuerda y lo que ha hecho. No quiere cerrar los ojos y dormir, los fantasmas le acechan en sueños. Mary, porqué? fuí yo? no quiero dormir, no lo pretendo.

Eyes of stranger, no me reconozco en el espejo, quien soy? solo, con mis memorias, lo que tuvimos y supimos, todo me recuerda a ti (Mary). La imagen de tu rosario colgado de tu cuello y la última visión que de ti conservo. Tú, Mary, mirando hacía atrás. Nos describe a un personaje que ha recuperado a memoria pero está condenado a repetir la historia.

Si pensaba que con I don’t believe in love habían llegado a la cota máxima de intensidad, estaba equivocado. Este tema que cierra el disco lo es todo, el cierre y la apertura, nos muestra a la banda ofreciendo sin lugar a dudas lo mejor hasta ahora. El trabajo de guitarras es monumental, destacando un solo a duo precioso. Geoff finaliza su encarnación de Nikki de la mejor manera posible. Scott y Eddie sincronizados a la perfección, no se puede pedir más a un cierre de disco. Te hace volverlo a escuchar, por que sabes que te has dejado algo por descubrir. Así sucesivamente durante 32 años. Y los que quedan!

Cuando la 2 se atrevía con la música más dura, recuerdo un sábado por la noche mientras programaban el Rock in Río. Entre las bandas del cartel estaban Judas Priest, Megadeth y Qeensrÿche. Fue una delicia poder ver como defendían la obra en directo junto con el magnífico Empire, que tiempos aquellos. También lucí con orgullo una camiseta con la portada del disco. Esta joya me abrió la puerta para conocer a otras bandas que ofrecían este tipo de metal más elaborado. Hittman o mis adorados Crimson Glory entraron por la puerta para no salir jamás.

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